martes, 21 de abril de 2009

CON LA IGLESIA HEMOS TOPADO





La verdad es que poco se puede añadir a todas las criticas que se vierten contra la iglesia católica, pero cuesta quedarse indiferente ante esta institución. La iglesia católica no puede ni debe meterse en política. No es ético, que amenace con la degeneración de la democracia, para ganar adeptos a su causa, pero es la estrategia que le ha permitido sobrevivir con esas cotas de poder, a traves de los siglos: el miedo. Solo a base de infundir miedo, es como ha conseguido a sobrevivir. Miedo al castigo divino, al castigo terrenal (inquisicion), al castigo post-mortem, a la exclusión social. a la marginación, a la angustia existencial, y sigue y sigue....Que gran estrategia de dominación: el miedo, copiado por gobernantes, tiranos, empresarios sin escrupulos, maltratadores domésticos, que basan su poder en una de las debilidades de la psique humana. La iglesia lo ha aprovechado, junto al desconocimiento de una infinitud de fenomenos y al tardio surgimiento del método científico en la historia de la humanidad, para mantener su supremacia en la esfera social.

Pero ese no es el mayor pecado de esta institución. A mi parecer la mayor vileza ha sido, entorpecer el avance de la ciencia, sabedora de que su poder se reduce proporcionalmente al avance de esta última, negándole al ser humano el progreso científico, con lo que eso significa.

Por favor, dejen de hacer política, ayuden a los pobres, y sobretodo, dejen a la ciencia seguir su camino, se lo pido por san Giordano Bruno.



jueves, 2 de abril de 2009

QUE GRAN LECCION


A falta de conocer los acuerdos definitivos y detallados, los farsantes del G-20 han dado una lección al mundo, si señor, a diferencia del conjunto de la izquierda, los capitalistas si que aprenden de la historia, y por lo que parece, disponen de buena visión de futuro. En tan solo un día han conseguido ponerse de acuerdo, en lo fundamental, inyectar capital a la economía para salvaguardar al sistema. Diversos flecos adornan esa declaración, de momento intenciones, que quizás no se cumplan porque no nos engañemos, a la mayoría de los ciudadanos no le interesa o no entiende los acuerdos del G-20. Así que tampoco les importará mucho a los jefes de estado no cumplir a rajatabla los acuerdos, porque solo les van a rendir cuentas "los antisistema de siempre".
Haciendo política ficción, ¿alguien se imagina una cumbre de la multidiversidad de la izquierda para (vamos a ponerlo fácil), ofrecer una alternativa unitaria al sistema capitalista?, imaginarlo se puede, pero mejor no describirlo.
Desde la escisión entre comunistas y anarquistas, pasando por las distintas corrientes comunistas y la diversa interpretación de las teorías anarquistas dentro del mismo seno del movimiento libertario, la izquierda vive sumida en una gran crisis de identidad de la que se ha aprovechado el capitalismo para reinar el mundo. ¿cual es la solución?, difícil y desconocida por el momento. Creo personalmente que quizás el error sea tener como referencia por un lado corrientes dogmáticas como la comunista de dudosa y fallida aplicacion,probada en estados que acabaron convertidos en megafincas de las élites del partido y corrientes, como la libertaria que muestran incompatibilidades manifiestas entre su propia esencia ideológica y la de unos seres humanos que viven con el conflicto permanente entre, su altruismo y filantropía adquiridos o innatos y la propia dinámica del sistema capitalista, que obliga a muchos libertarios a vivir en contradicciones manifiestas. Un sistema dificil de cambiar porque absorbe todos los estadios de formación del individuo posibilitando esta gran masa de seres educados para perpetuar el sistema del que formamos parte.
La conclusión que quiero exponer, es la de que quizás es un error basar nuestra alternativa al sistema capitalista en ideologías que surgieron en unas determinadas condiciones sociales con una clasificación de la sociedad en un sistema de clases, digamos que de dudosa aplicación en la realidad social actual. A diferencia del capitalismo (liberalismo) que si ha sabido y sabe adaptarse a la perfección a los contratiempos y a las distintas transformaciones de la sociedad, la izquierda sigue viviendo de un pasado glorioso y épico que le pesa como una losa a la hora de mirar hacia el futuro. El capitalismo sobrevive por su perfecta adaptación a un medio, en el cual la izquierda malvive repartiéndose los restos de las presas que dejan los estómagos saciados de las manadas liberales.